Los béticos tenemos nuestra particular tortura china o malaya. La prensa de nuestra ciudad es hábil cuando se trata de señalar algo que está mal, obviando aquellas cosas que le darían otro punto de vista más optimista a la situación. Y es que nuestra prensa no quiere, recordemos, que el beticismo vea las cosas con ilusión y optimismo, que eso es de cuquis y de Arcadia Feliz, ellos nos quieren siempre enfadados, divididos y creando un mal caldo de cultivo para todo lo deportivo en verdiblanco.
Juan Pinto lo hace incluso engañando a los lectores en el titular: Pellegrini, el gran pilar del Betis. Uno podría pensar que va a hacer una semblanza positiva de nuestro gran entrenador, pero no, como es habitual en la mala prensa sevillana, la idea del artículo no es otra que enfrentar y buscar la división. Es decir: Pellegrini bueno, el resto, malo. Volviendo a incidir, una y otra vez, en los números que han salido para la Junta General de Accionistas.
Ya hemos comentado alguna vez la falacia que desprende esa confrontación: Pellegrini pasaba por la Palmera y decidió pararse a entrenar al Betis de su amigo Joaquín; del mismo modo, Pellegrini juega todos los partidos de portero, defensa, medio y delantero, porque la plantilla es horrible, nada de lo que le trae Cordón vale y las históricas clasificaciones europeas y el título de Copa se lograron exclusivamente gracias al milagro Pellegrini, no al trabajo serio y brillante de un grupo excepcional de personas desde el césped hasta los despachos.
Por supuesto, no se puede negar el problemón económico que tiene la entidad. Haro y Catalán, desde Torrecilla, optaron por un modelo de crecimiento basado en las ventas. Con Serra, el modelo se hizo exitoso. Con Alexis (o Catalán, según muchos) tocó techo. Y luego cayó en picado por culpa de la pandemia y el parón de los mercados. Parón que este verano aún se ha estado notando en todos los equipos. Además de que parece haber un cambio de tendencia en las compras millonarias, pagándose más por la edad de los jugadores que por el rendimiento anterior. El caso es que esta forma de trabajar ha traído tres veranos sin ventas importantes, y ha lastrado la economía de un Real Betis que ahora trata de cambiar el modelo.
Hay motivos para ser negativos, sin duda alguna, pero siendo negativos también toca reconocer que no hay alternativa posible ni viable a Haro y Catalán, algo que ya comentamos la semana pasada en este artículo.
Así pues, ahora toca reconocer que hay motivos para ser positivos, el principal, el deportivo. Sin duda la buena marcha del equipo hace de paraguas ante la situación financiera, pero es justo reconocer la Copa del Rey conseguida este mismo año, que estamos en plena pelea por puestos Champions, que en enero jugaremos semifinales de Supercopa, y que visto lo visto para esta temporada 22-23, el club tiene un plan de choque para paliar la deuda y mejorar la situación financiera y económica. Pasar deudas a largo plazo, realizar ampliación de capital (todo lo que no sea respetar «el Betis de los béticos», será una mala idea) y conformar un presupuesto en el que no se contempla ningún ingreso por venta de futbolistas (por lo que, de haberla, el ingreso sería todo superávit) mientras se logran ingresos ordinarios por valor de 150 millones de euros, una cantidad histórica.
Y eso, sin olvidarnos de la ilusionante inversión en Ciudad Deportiva y terminar el Benito Villamarín.
Así que sí, la situación es complicada y difícil… pero pareciera por el goteo continuo de la gota malaya que el Betis va a desaparecer, y nada más lejos de la realidad. El Betis está muy vivo, y eso molesta porque siempre ha molestado en esta ciudad que el Betis vaya bien y sea capaz de solventar cada problema que tiene. Nuestra resiliencia no tiene parangón.
PD: Todo esto choca con el extremo cuidado y mimo con el que se trata la situación económica y financiera en el Sevilla FC, cuyo aparato mediático y pretoriano de Monchi trabaja a destajo para blanquear que su equipo se encuentra en descenso, que no tiene dinero para fichar después de haber vendido a sus dos mejores jugadores, descapitalizando a la entidad y haciendo una plantilla mediocre. Por ejemplo, en el Mundial solo gana dinero el Sevilla, aunque su jugador se lesione. Solo se revalorizan los del Sevilla, los del Betis (del mismo equipo), no lo hacen. En las secciones sevillistas no lees una y otra vez sesudos análisis de las cuentas del Sevilla, no se critica ni al que manda, ni al que manda de verdad. Y se habla poco, muy muy muy poco de la situación judicial entre Del Nido y los actuales gestores del club… mientras que Alejandro Delmás se tira semanas hablando de un juicio de Lopera contra el Betis que ya ha perdido dos veces antes…
Después, se enfadan si a los malayos les llamas biriprensa, ¿sabes?.