Corren malos tiempos para ciertos periodistas que, sistemáticamente, ejercen su profesión con el único objetivo de desprestigiar todo lo que se haga en el Real Betis Balompié al margen de la labor del cuerpo técnico y la plantilla. La última sandez que se ha dicho es que en el equipo verdiblanco el que ficha es José Miguel López Catalán. El dueño de esa pamplina ha sido un habitual a la hora de decir estupideces: José Antonio Espina.
Yo entiendo perfectamente la estrategia de vomitar este tipo de sentencias sin argumentos y con bases menos sólidas que los cimientos de la Torre de Pisa. Está a la orden del día en muchos ámbitos de la sociedad soltar afirmaciones fraudulentas porque, tristemente, hay mucho necio que no se para un instante a comprobar si lo que están diciendo es verdad o mentira y se creen cualquier cosa que se publique. Y así se prostituye la realidad y el auténtico sentido del funcionamiento de las instituciones, de la economía, la política, el deporte y, en general, de la vida misma.
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